Inicio » Peregrinación » El Camino Primitivo

«Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y no al Señor»

El conocido como “Camino Primitivo”, el más antiguo, nace en nuestra Catedral, convirtiendo a Oviedo en el Origen del Camino. Para comprenderlo debemos remontarnos hasta el año 834, cuando tras el descubrimiento de la tumba del Apóstol Santiago, el por entonces obispo Teodomiro, ordena avisar al rey Alfonso II “el Casto”, que se encontraba en la ciudad de Oviedo, la capital del reino.

El rey, maravillado ante tal hallazgo, decide emprenderse en un largo viaje hacia lo que hoy es Santiago de Compostela, donde podría verlo con sus propios ojos. Sin saberlo, tras su viaje, Alfonso II acabó convirtiéndose en el primer peregrino a Santiago de Compostela, el Primer Itinerario Cultural de Europa. Tras esta peregrinación, se corre la voz y comienza un flujo constante de personas atraídas por adorar la tumba del Apóstol. Estos viajeros, que partían desde lugares muy diversos, dieron lugar a multitud de variantes del Camino, como es el caso del Francés o el del Norte.

En la actualidad, el Camino Primitivo no es el más transitado, aunque sí que está en auge. Su valor histórico, la falta de masificación y la belleza de los lugares por los que transcurre, lo convierten en una experiencia gratificante, tanto a nivel personal como espiritual. El itinerario abarca unos 325 kilómetros, se divide en entre 13 y 15 etapas, de entre 25 y 30 kilómetros cada una de ellas.

Los peregrinos que comienzan el Camino Primitivo suelen sellar sus credenciales en nuestra Catedral y aprovechan para visitar al Santísimo Salvador, dando perpetuidad al refrán francés:

«Quien va a Santiago y no al Salvador, visita al criado y olvida al Señor»

Frente a la estatua del primer peregrino, Alfonso II, se encuentra la placa de donde parte este itinerario, así como el desvío para incorporarse al Camino del Norte.

Desde 1987 el Consejo de Europa declara las Rutas Jacobeas, es decir, los Caminos que te llevan hasta Santiago de Compostela, Primer Itinerario Cultural Europeo. Posteriormente, en el 2004, el Camino de Santiago es declarado Gran Itinerario Cultural Europeo por el Consejo de Europa y recibe el Premio Príncipe de Asturias de la Concordia. Finalmente, ya en el año 2015, los Caminos de Santiago del norte peninsular, incluyendo el Camino Primitivo, son declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.