El Jubileo de la Santa Cruz
14 al 21 de septiembre
Historia del Jubileo de la Santa Cruz
Se conoce como Jubileo a la indulgencia plenaria, solemne y universal, concedida por el papa en ciertos tiempos y en algunas ocasiones. El término procede del hebreo yobel, que es el cuerno de cordero con el que los judíos anunciaban el año excepcional dedicado a Yavé y de la palabra latina iubilum, que significa alegría. Ambos términos se fundieron en el medievo en la palabra iubileus, naciendo así el concepto de año excepcional dedicado a Dios con alegría.
En la Edad Media, jubileo fue asociado al concepto de indulgencia, que es la remisión ante Dios de la pena temporal correspondiente a los pecados ya perdonados, que se obtiene por mediación de la Iglesia. En Oviedo se gana la indulgencia desde los tiempos de Alfonso II, cuando las reliquias fueron depositadas en la Cámara Santa. En el año 808 el rey Alfonso II donó a la Catedral la Cruz de los Ángeles y, cien años más tarde, en el 908, Alfonso III donó la Cruz de la Victoria. El jubileo giraba entonces alrededor de ambas cruces, hasta que en el año 1075 se abrió el Arca Santa y se identificaron las reliquias que contenía. A partir de ese momento, la Catedral de Oviedo fue reconocida como el mayor relicario de la Península, recibiendo por ello el sobrenombre de Sancta Ovetensis.
En el siglo XV, debido a la gran afluencia de peregrinos, el Cabildo solicitó formalmente al papado poder celebrar un jubileo y en 1438 Eugenio IV otorgó la bula que concedía indulgencia plenaria a los que acudiesen a la Catedral el día en que la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz (14 de septiembre) tuviese lugar de viernes, así como los ocho días anteriores o posteriores a dicha festividad.
Durante el periodo que duraba el Jubileo de la Santa Cruz había grandes festejos en la ciudad, la mayoría de carácter profano, aunque también había procesiones. Estas fiestas se anunciaban con la colocación de banderolas en la torre de la Catedral y terminaban con gran solemnidad el día 21, fiesta de San Mateo, de ahí que en la actualidad las fiestas de la ciudad de Oviedo se conozcan como fiestas de San Mateo.
Cuando la Cruz de la Victoria fue devuelta a la Cámara Santa en 1982, después de la restauración tras el robo de 1977, el Papa Juan Pablo II concedió al cabildo la autorización para otorgar a los fieles la indulgencia plenaria del 14 al 21 de septiembre. A partir del año 1985 la Sagrada Penitenciaría permitió la celebración anual, siendo el de Oviedo un caso excepcional, ya que la mayoría de los jubileos – como el año Xacobeo compostelano – tienen lugar cuando la principal festividad cae en un día concreto de la semana.
En la Catedral de Oviedo se gana la indulgencia entre los días 14 y 21 de septiembre. Para ello se debe realizar una visita piadosa a la Catedral, confesar, comulgar y rezar por las intenciones del Papa.