San Melchor de Quirós
Fray Melchor García Sampedro, San Melchor de Quirós, nació en la aldea de Cortes, Quirós, en el año 1821. Por influencia de un tío sacerdote, deseaba desde niño ser ordenado. Tras estudiar Filosofía y Letras en la Universidad de Oviedo, ingresó en la orden de Predicadores en la que se ordenó sacerdote en 1847.
Meses más tarde manifestó su deseo de ejercer como misionero, instalándose en el Tung-King, actual Vietnam, donde los cristianos estaban perseguidos. Fray Melchor fue nombrado Vicario General del Vicariato Oriental y, en 1857, tras el martirio del obispo José María Díaz Sanjurjo, pasó a ocupar su cargo. Durante el año en que fue obispo de Tricomía, Fray Melchor fue testigo de la persecución y posterior martirio de numerosos evangelizadores. En junio de 1858 fue hecho prisionero, acusandosele de haber entrado sin permiso en el país y de haber intentado atentar contra el emperador Tu-Duc. Únicamente reconoció lo primero.
Conocemos su martirio con detalle por haber sido relatado por su coadjutor, San Valentín de Berriochoa. Al santo asturiano le descoyuntaron las extremidades para atarlas a postes que estaban a considerable distancia y, posteriormente, fueron seccionadas con un hacha sin filo. Recibió, así mismo, numerosos golpes; le abrieron el vientre y le seccionaron la cabeza. Sus restos fueron esparcidos por el suelo y se pretendió que un grupo de elefantes pasase por encima para profanarlos, según las tradiciones locales. Berriochoa relata que, merced a la santidad del mártir, los animales rehusaron pasar sobre su cuerpo.
Fray Melchor de Quirós fue beatificado por Pío XII en 29 de abril de 1951 y, posteriormente, canonizado por Juan Pablo II el 19 de junio de 1988, junto con ciento dieciséis mártires de la iglesia vietnamita. Se convirtió, así, en el primer santo asturiano.