Cristo de Velarde
Cristo de Velarde
En el primer tramo de la nave meridional se encuentra la Capilla de Velarde, llamada así por ser los Velarde la familia propietaria de la misma desde mediados del siglo XVII; con anterioridad había pertenecido al canónigo Antonio Vázquez de Prada.
Esta capilla, que tuvo que ceder parte de su espacio a la monumental escalera barroca construida para dotar de acceso digno a la Cámara Santa en 1733, alberga una magnífica escultura de Cristo crucificado, conocido como Cristo de Velarde.
Esta imagen fue encargada por Antonio Vázquez de Prada a mediados del siglo XVI. Su autoría se ha atribuido a Alonso Berruguete (1490-1561) o a Gaspar Becerra (1520-1568) y más recientemente se ha puesto también en relación con el estilo de los pintores Pedro de Rubiales (c.1518 -c.1560) y Jacopino del Conte (1515 – 1598). El Cristo de Velarde, de estilizadas proporciones, presenta un cuidadoso estudio de la anatomía y excepcionales calidades plásticas que evidencian la influencia italiana en la que se movía su autor. Está considerada por muchos como la mejor escultura de la catedral.